Un Maestro y su ignorante. ®.

UN MAESTRO Y SU IGNORANTE. ®
Debate filosófico sobre la maquinaria Universal.
Autor: Jorge Ofitas. ©. ®.
(Filosofía metafísica)
En la siniestra maquinaria selectiva del modus vivendi ortopédico, que asola el engranaje estelar de las cumbres invisibles, no más allá del cuervo laureado y antes del sol del mediodía, hay un lugar donde no existe el tiempo.
- No entiendo absolutamente nada maestro.
-No debes languidecer ante un telón colorista que no existe.
-Espere, espere. Retrocedamos.
- No se puede. Esta humanidad no, otras sí.
- Eso se entiende, maestro. Más despacio, por favor.
No se puede escrudiñar la razón perpetua de los arcos construidos por elefantes diamantinos. Ir allí pretendiendo arrancar las nubes del cielo de cuajo, sería algo así como practicar yoga cuando ya el budi se ha iluminado de centellas nirvanas.
- Ahora, es más difícil, maestro.
- ¿Qué creías? ¿Quieres mejor la prensa del día?
- ¡No, por favor! ¡Torturas no!
- Pues aprende lo que te digo.
En la reciclada caja de Pandora duerme el duende de otros días, más el ámbito mágico de los números Akásicos no trascenderán en rumas de idolatría de versos laicos. La metafísica poderosa que aúna estrellas portales no actúa por ser cosa, nace y sabe de un día, allá donde nace y muere la rosa.
- De todas formas, Maestro es bonito, muy bonito.
- No me des largas vago. Ni me adules. Piensa cada palabra.
- Necesito el Google.
- Ya. Bueno, la perseverancia siempre trae ventura aunque sea de petróleo.
- Para vos, Maestro, para mí es una incierta y peligrosa aventura.
Los mentideros estelares que susurran destellos inmortales viven en la niña de los ojos mágicos. En la misma puerta donde los magos maestros escriben papiros esmeraldinos que casi nadie lee aunque no están hechos para eso. Allí habitó una Diosa que inspiraba a un mensajero iluminado de cielo que marchó a los jardines perpetuos de las nebulosas sombrías y brillantes. Mas no por esto dejó de tejer la rueca la luz impresionante que en la sombra ahueca la vida, la muerte y lo eterno constante.
- ¿Maestro, todo lo que dice es asombroso? O tal vez se haya vuelto usted loco.
- Ojalá. – Respondió el maestro -
Además, cuando la noche de esta Era ilumine con sus sombras platinas las sombras ignorantes de los nigromantes inconscientes que anidan pasando por humanos, todo se tornará paraíso y las fieras languidecerán siendo voces huecas empequeñecidas por la desidia del desamparo intelectual que nace de los primeros albores.
- Maestro veo destellos de sabiduría en usted, pero no entiendo nada.
- Contaba con ello pequeña alma de ameba, no te aflijas, la ignorancia también tiene su porción de felicidad.
- ¿Me considera un ignorante Maestro?
- No. Solo considero que no deseas ser feliz aunque reconozco la tortuosidad del camino que tu inconsciente acomodado se niega a emprender.
- ¡Estudiaré más Maestro! Lo prometo.
- No vengas más a mí recuerda qué; “Lo que cae fuera de tu mente en nada tiene qué ver con tu mente. Hasta la puerta de los tiempos. Adiós amado discípulo, tranquilo en mi conciencia me marcho. Con la información que te he dado tienes suficiente para cruzar el camino de la sabiduría sufrimiento y dejar atrás la mal llamada felicidad de la ignorancia. La paz sea contigo.
- Y con usted Maestro.
- En eso siempre estamos cuerda floja.
FIN
Autor: Jorge Ofitas.
Europa. 2016. ®. ©.
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