El jardín de las fresas. ®.

EL JARDÍN DE LAS FRESAS. ®. 
Un relato fantasía del autor Jorge Ofitas. ®. 
 
Cuenta una leyenda muy antigua que una vez existió un jardín de árboles de fresas qué nunca maduraban. A su vez en medio del jardín había una mesa con mantel y preparada para dos comensales. ¿Quién había colocado la mesa en medio del jardín de fresas colgantes? Había otro extraño detalle los árboles freseros tenían todos un pequeño reloj incrustado en sus troncos. Y lo más misterioso ningún ser humano había visitado nunca esa zona desconocida del planeta ni nadie había oído nunca hablar de aquel paraje. La naturaleza es muy extraña dedujo un ángel invisible que acampaba por aquellas brisas, pues ni él pudo adivinar quién creo aquello… 
 
Un día de verano temprano una lágrima perdida y volandera cayó del cielo y tras esta una nota escrita sobre una seda carmesí. La nota decía así: 
 
“Soy el espíritu de un poeta. Cree este bello jardín y todo lo que contiene hace muchos, muchos siglos, lo hice por el amor qué me inspiró una musa preciosa del tiempo, pero jamás apareció y mi espíritu murió y con él, el tiempo se paró, fue tan hondo ese amor, que nada más floreció… Firmado: Un poeta del tiempo. 
 
Entonces ocurrió algo realmente mágico. Una de las miles de fresas que colgaban de los árboles maduró de repente y cayó sobre el mantel de la mesa… Y todos los relojes incrustados se pusieron en marcha. El ángel qué moraba por aquellos lares silvestres perdió la memoria convirtiéndose en el hada más bonita que jamás había existido en el Universo desconocido, comenzó a deambular hasta qué encontró la nota escrita en la seda carmesí golpeada por aquella inusitada lágrima… Sentada a la mesa comenzó a soñar despierta y después mordió la fresa qué había caído sobre la mesa. De repente la brisa se paró y oyó unos pasos lejanos que procedían de un riachuelo del entorno. La fresa mordida desapareció convirtiéndose en un bello muchacho qué resultó ser el poeta que en su momento dejó escrito todo aquello en el tiempo. La bellísima hada y el poeta se miraron de una forma tan intensa y profunda de amor que todo se quedó en eso, sus espíritus se fusionaron, tan rápidamente, que solo les dio tiempo para un beso; el más bello que jamás había existido y, tras esto, todo desapareció; cómo si nunca hubiese existido la primavera en el planeta poesía... 
 
FIN
 
Autor relato: Jorge Ofitas. ®. 
Sevilla. Europa. 2017. ®. 
Autor pintura: Jacek Yerka. ®. 
 
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